Charla entre Mª Ángeles León y Francisco Gª Paramés

Mª Ángeles León. ¿Cuál fue la motivación o qué fue lo primero que pensaste para tener el impulso de montar Value School?

Francisco Gª Paramés. El origen fue la idea de ayudar a nuestros clientes en su proceso inversor, para que éste mejorara y pudieran tomar mejores decisiones de inversión. Complementar lo que ya hacíamos desde Cobas con otros conocimientos que les ayudaran incluso a invertir en otros fondos y en otros activos, buscando ampliar sus miras y mejorar sus carteras.

Pero Value School no solo está enfocado a clientes de Cobas, su objetivo es llegar al mayor público posible, ¿cómo surge este cambio en la estrategia?

Aunque originariamente era un proyecto solo para nuestros clientes, pronto nos dimos cuenta de que toda la información que compartíamos era también muy valiosa para cualquier inversor, y más allá, para cualquier público que quisiera tomar control de sus decisiones financieras. Y avanzando con el proyecto, decidimos ampliarlo también a la gente más joven, igual que hablamos a nuestros hijos de los conceptos de ahorro e inversión, pensamos que podría ser interesante para cualquier joven o niño tener unos conocimientos básicos con los que enfrentarse a su vida financiera. Hay hábitos “saludables” que, instalados desde la infancia, permanecen toda la vida.

¿Qué impacto tuvo tu libro “Invirtiendo a largo plazo” como primera vocación docente? En relación con Value School, intentando hacer pedagogía sobre la inversión y dedicando recursos a esta pedagogía de la inversión. 

Fue importante porque fue la primera vez en la que hablé tan personalmente de mí mismo y con tantos detalles, me animé a compartir mi experiencia personal y me sirvió para liberarme un poco de la dificultad de hablar de mí mismo. Me di cuenta de que así podía ayudar a otros para que mejoraran su próxima inversión. Definitivamente fue un muy buen punto de partida.

Dices que Value School tiene ahora como objetivo un público de todas las edades, ¿Cómo fue empezar a trabajar con niños? ¿Te parece que una edad temprana como 5, 7, años es interesante para empezar a tener conocimientos de inversión financiera?

Es complicado trabajar conceptos a veces tan complejos con los niños, pero pensamos que poco a poco van quedando las ideas principales que llevan a los comportamientos que facilitan la libertad financiera. Intentamos completar lo que están haciendo otros, planteando iniciativas nuevas y viendo qué es lo que qué mejor funciona y es más útil.

En alguna ocasión nos has dicho que tu hijo pequeño no quiere invertir en Cobas porque piensa que eso “se va a cero”, ¿Cómo has conseguido vencer esta opinión tan negativa y hacerle entender los conceptos más básicos del largo plazo?

Esa opinión negativa no la he conseguido cambiar, todavía sigue siendo muy negativa. Entiendo que hasta que no empiece a ver las ganancias en su fondo, en su inversión, le va a costar pensar que merece la pena invertir los ahorros. La mayoría de nosotros no confiamos hasta que los hechos, es decir con las ganancias, nos demuestran la bondad de las decisiones.

¿Qué te parece esta nueva corriente de jóvenes inversores adolescentes haciendo inversiones en las FAANG o en Criptomoneda? ¿A qué crees que es debido y cómo podemos intentar llegar a ellos para enseñarles que hay otras formas de invertir?

Sí, es la típica corriente que ocurre al final de los mercados alcistas, en las que se confunde suerte con éxito y un mercado alcista con la capacidad para tomar decisiones de inversión correctas. Como siempre, hay que esperar a que venga un mercado bajista de verdad, para ver si se mantiene ese espíritu novedoso inversor que existe ahora, y que curiosamente coincide con un mercado en máximo histórico.

 ¿Cuál es la labor pedagógica más importante que has hecho en tu vida?

Lo que me ha sorprendido es haber conseguido que muchos inversores que no tenían la personalidad correcta para invertir a largo plazo hayan conseguido cambiar de mentalidad y sean capaces de aguantar los vaivenes de los mercados, las caídas, los movimientos, etc., y se hayan convertido en magníficos inversores a largo plazo.

¿Cuáles son tus planes de futuro o tu fin ideal de Value School?

No tenemos un objetivo último, nos dedicamos a ir trabajando y ampliando el nivel educativo, a seguir mejorando en lo que ofrecemos y continuar interesando a las personas que nos siguen.  Intentamos ampliar esa labor educativa el máximo posible.

Te lo pregunto de otra manera ¿Qué sería para ti el éxito de Value School?

Que consigamos fomentar esa inversión a largo plazo que existe en otros países con más tradición de inversión financiera, como Inglaterra y Estados Unidos, donde más del 50 o 60 % de los fondos de pensiones invierten en renta variable. España está muy lejos de eso, y sería muy bueno que, en una cultura como la española, mediterránea, se desarrollara ese tipo de filosofía y de largo plazo, que obviamente pasa por ser propietario de activos y entre otros activos, ser propietario de compañías con acciones cotizadas.

Muchas de las personas que se acercan a Value School, se han sentido inicialmente atraídas por el éxito que has tenido, ¿Qué característica principal del inversor a largo plazo te parece más útil para la vida?

Nosotros intentamos fomentar la personalidad correcta para invertir a largo plazo, principalmente intentamos animar a tener paciencia, tranquilidad y tener un espíritu de responsabilidad para la inversión, y para la vida en general. Se demuestra que todo aquel que es capaz de sacrificar satisfacciones a corto plazo, por una gratificación a largo plazo, alcanza en su vida mayores cotas de éxito y felicidad.

Habéis montado Value School precisamente para intentar divulgar el conocimiento financiero y ayudar a la gente a tener más herramientas para tomar decisiones en este sentido en su vida, pero por otro lado tú siempre has defendido que la educación no es determinante a la hora de conseguir el éxito profesional. ¿Cómo se conjugan estas dos ideas?

Bueno no exactamente que la educación no sea relevante pero sí que es verdad que lo importante en la vida es ser capaz de superar retos (“Gritt”, de Ángela Duckwoth). Da igual qué sistema educativo hayas tenido, el español de aprender más de memoria o el anglosajón más enfocado a proyectos, lo importante es que a lo largo de tu vida te hayas enfrentado a retos que superar, ya sea aprender la lista de reyes godos o hacer un proyecto sobre volcanes…